sábado, 12 de noviembre de 2016

Paradoja del abuelo o del viaje en el tiempo



¿Cuántas veces has deseado viajar en el tiempo para deshacer algo? En más de una ocasión he deseado hacerlo para advertirle a mi yo del pasado acerca de aquel concurso de oratoria a los 12 años donde a mitad del discurso rompí a llorar por ver a mi mamá. Años más tarde me pongo a pensar ¿qué hubiera pasado si mi mamá no hubiese ido? Probablemente no habría llorado y tal vez ganado el concurso. De esta manera al no haber llorado, mi yo del futuro nunca habría regresado en el tiempo para advertirme acerca de llevar a mi mamá.

Quizá estoy acelerando las cosas, pues así como un cazador utiliza el sigilo en el bosque para atrapar animales salvajes, yo debo usarlo para hablar de un tema como este.
La paradoja del viaje en el tiempo, o paradoja del abuelo fue expuesta por primera vez en 1943 por el escritor francés René Barjavel en su novela Le Voyageur imprudent (El viajero imprudente). Aunque me es preciso mencionar que años antes Mark Twain de cierta manera la presentó en El forastero misterioso; en esta obra, el argumento habla acerca de la infinidad de vidas alternas que podrían ser posibles de no ser por una simple acción o inacción.

Pero bueno; Barjavel plantea que su protagonista viaja al pasado para matar a su abuelo, por lo tanto, nunca nació, y si nunca nació entonces ¿quién viajó en el tiempo para matar a su abuelo? Si el protagonista nunca nació entonces nadie viajó al pasado para matar a su abuelo, pero si nadie mató al abuelo entonces nadie evitó el nacimiento del viajero, por lo que sí pudo matar a su abuelo.

¿Podemos darle solución a esto? Varias veces se ha debatido acerca de ello; algunos dicen que no hay que preocuparnos porque las paradojas se resuelven solas; otros comentan que no puedes modificar el pasado de tal forma en que se evite tu viaje al pasado (o sea que de alguna manera el universo siempre evitará que mates a tu abuelo.


Pero la más aceptada es que las cadenas de causa y efecto en el tiempo se mantienen lineales, incluso si se viaja al pasado. Por lo tanto la paradoja se resolvería al no haber paradoja si mato a mi abuelo, pues viviría en un universo alterno en el que mi abuela nunca lo conoció y mi otro yo nunca nació. Un ejemplo de ello (algo menos drástico) es el capítulo 16 de la primera temporada de The Flash, en el cual Barry evita el asesinato del padre de Iris y la destrucción de Central City, creando una línea alterna del tiempo.

2 comentarios:

  1. Comprendí la paradoja pero hay algo que no me cuadra...

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  2. Aunque el viaje en el tiempo nos pueda facilitar nuestros sentimientos hacia algo ocurrido, me puso a pensar sobre que pasaría si esto alterara de una forma muy radical nuestro ahora presente y futuro para el nosotros del pasado. ¿Que tan diferentes podríamos llegar a ser? ¿Podríamos decidir como tornarían las cosas?

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